Las personas están recibiendo mensajes de correo electrónico de phishing con solicitudes de pagos para la entrega de un paquete, con enlaces a un sitio web falso del servicio postal para realizar el pago.
En 2019, el 14,1% de todas las compras minoristas en el mundo se produjeron en línea, y algunas estadísticas de compras digitales muestran que 1.920 millones de compradores digitales en todo el mundo han recibido mercancías a través de diversos servicios de entrega. De media, cualquier comprador recibe 19 entregas al año.
Es probable que las cifras de 2020 sean significativamente superiores. En este año de autoaislamiento, ya no es raro que los consumidores reciban varias entregas en un solo día, o que les cueste seguir la pista de qué paquetes están en qué fase de entrega.
Los estafadores se aprovechan de la situación para solicitar a personas al azar mensajes de correo electrónico en los que les piden que paguen una pequeña cantidad extra, normalmente unos pocos dólares, para completar una entrega. El mensaje hace imposible identificar el paquete; los estafadores cuentan claramente con que la gente está agobiada o despistada, tiene prisa o simplemente es curiosa. El destinatario es remitido a un sitio web falso del servicio postal donde puede efectuar el pago.
La estafa comienza con una notificación por correo electrónico que parece proceder de un conocido servicio de mensajería. Los mensajes se envían en varios idiomas, y los nombres de los servicios postales de los que supuestamente proceden varían según la región. Las imitaciones no son perfectas: Entre otras señales de alarma, todas las muestras de phishing que revisamos se enviaron desde direcciones aleatorias no relacionadas con ninguna de las direcciones de correo electrónico oficiales de los servicios postales.
Según la notificación, un pedido no ha podido entregarse debido a una dirección incorrecta, cargos adicionales por gastos imprevistos o alguna otra razón vagamente plausible.
A continuación, se pide al destinatario que pague una pequeña cantidad (no superior a 3 euros), supuestamente para garantizar la entrega. Los remitentes proporcionan un enlace a lo que parece un sitio web de un servicio de entrega, pero que en realidad es una página de phishing.
Los usuarios que caen en la trampa hacen clic en el enlace, van directamente a la página de pago, introducen la información personal y los datos de la tarjeta bancaria que se les pide y, por último, facilitan un código de verificación de un mensaje de texto.
Proteger tus fondos de los estafadores está absolutamente a tu alcance. Siga estas reglas básicas de higiene digital para conservar su dinero:
¿Te has enamorado de un engaño, has comprado un producto falso? ¡Reporte el sitio y advierta a otros!
A medida que aumenta la influencia de Internet, también lo hace la prevalencia de las estafas en línea. Hay estafadores que hacen todo tipo de reclamos para atrapar a sus víctimas en línea -desde falsas oportunidades de inversión hasta tiendas online- e internet les permite operar desde cualquier parte del mundo con anonimato. La capacidad de detectar las estafas en línea es una habilidad importante, ya que el mundo virtual forma parte cada vez más de todas las facetas de nuestra vida. Los siguientes consejos le ayudarán a identificar las señales que pueden indicar que un sitio web podría ser una estafa. Sentido común: Demasiado bueno para ser verdad Cuando se buscan productos en Internet, una gran oferta puede resultar muy tentadora. ¿Un bolso Gucci o un iPhone nuevo a mitad de precio? ¿Quién no querría hacerse con una oferta así? Los estafadores también lo saben e intentan aprovecharse de ello. Si una oferta en línea parece demasiado buena para ser verdad, piénsatelo dos veces y compruébalo todo. La forma más sencilla de hacerlo es consultar el mismo producto en sitios web de la competencia (en los que confíe). Si la diferencia de precios es enorme, quizá sea mejor volver a comprobar el resto del sitio web. Compruebe los enlaces a las redes sociales Hoy en día, las redes sociales son una parte esencial de las empresas de comercio electrónico y los consumidores s
Así que ha sucedido lo peor: se ha dado cuenta de que ha desembolsado su dinero demasiado rápido y de que el sitio que ha utilizado era una estafa, ¿y ahora qué? En primer lugar, no se desespere. Si crees que te han estafado, lo primero que tienes que hacer es pedir que te devuelvan el dinero. Este es el primer paso, y el más sencillo, para determinar si se trata de una empresa auténtica o de un estafador. Lamentablemente, recuperar el dinero de un estafador no es tan sencillo como pedirlo. Si efectivamente está tratando con estafadores, el procedimiento (y la posibilidad) de recuperar su dinero varía en función del método de pago que haya utilizado. PayPal Tarjeta de débito/crédito Transferencia bancaria Transferencia bancaria Google Pay Bitcoin PayPal Si has utilizado PayPal, tienes muchas posibilidades de recuperar tu dinero si te han estafado. En su sitio web, puedes presentar una dispu ta en un plazo de 180 días naturales desde tu compra. Condiciones para presentar una reclamación: La situación más sencilla es que hayas hecho un pedido en una tienda online y no te haya llegado. En este caso, esto es lo que declara PayPal "Si su pedido nunca llega y el vendedor no puede proporcionar una prueba de envío o entrega, obtendrá un reembolso completo. Así de sencillo". El estafador le ha enviado un artículo completamente distinto. Por ejemplo, usted pidió una PlayStation 4, pero en su lugar sólo reci