Las estafas en línea, como la ciberdelincuencia en general, son muy difíciles de combatir. No sólo la mayoría de las estafas no se denuncian, sino que los propios estafadores rara vez tienen su sede en el mismo país que la víctima. Además, la forma actual en que las empresas de alojamiento, los certificadores SSL, las plataformas de comercio electrónico, las casas de correo electrónico, los registros y los registradores ofrecen su infraestructura permite a los estafadores montar su tienda de forma muy fácil, barata y, lo que es más importante, anónima.
El informe Estado Mundial de las Estafas 2020 contiene datos de 31 países sobre cómo lucha cada uno de ellos contra las estafas en línea. Casi todos los países investigados informan de un crecimiento en el número de estafas en línea y de dinero perdido. Solo Suecia (-6%) e Italia (-9%) informaron de un descenso en el número de estafas en 2019. Debido a la epidemia de Coronavirus, cabe esperar un aumento del 40% para 2020, ya que cada vez más consumidores se pasan a las compras en línea.
Varios países informan de que el fraude en línea se está convirtiendo en el delito más denunciado. Singapur informó que las estafas representaron el 27% de la delincuencia general en 2019, frente al 19% en 2018. Del mismo modo, el fraude es el delito más experimentado en el Reino Unido y la mayor fuente de angustia del consumidor en los Estados Unidos. Rusia informa que la participación de la ciberdelincuencia como parte de todos los delitos puede crecer del 14% en 2019 al 30% en 2023.
Según el análisis de los más de 30 países, se denunciaron 140 millones de estafas. Extendido a la población mundial, el 3% de la población mundial fue estafada de una forma u otra. Según investigaciones anteriores de Scamadviser, cualquiera puede ser estafado. Sorprendentemente, los consumidores con estudios superiores y altos ingresos son los más estafados, ya que gastan más en línea y asumen más riesgos. La cantidad total de dinero perdido fue de 36 000 millones de euros en 2019, es decir, 225 euros por estafa denunciada.
El fraude en línea es menos visible, ya que sólo se denuncia el 7% de los casos. Especialmente en los países en desarrollo, la notificación de estafas aún no se ha centralizado y no se ha creado ningún equipo policial especializado para combatir el fraude en línea. Del mismo modo, en los países donde las fuerzas policiales están históricamente descentralizadas, como Alemania, España y Suiza, todavía se está desarrollando un enfoque central para la prevención, denuncia y lucha contra las estafas.
Incluso en países como Australia, Canadá, los Países Bajos, Singapur y el Reino Unido, en los que los gobiernos prestan atención a las estafas en línea, la notificación de estafas sigue estando repartida entre múltiples organizaciones, como bancos, empresas de tarjetas de crédito, organismos de protección de los consumidores, fuerzas policiales, asociaciones público-privadas y sitios de reseñas.
Dado que los estafadores casi siempre operan a escala internacional y extienden sus estafas por varios países, la probabilidad de ser identificados, investigados y, al final, atrapados es muy baja.
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A medida que aumenta la influencia de Internet, también lo hace la prevalencia de las estafas en línea. Hay estafadores que hacen todo tipo de reclamos para atrapar a sus víctimas en línea -desde falsas oportunidades de inversión hasta tiendas online- e internet les permite operar desde cualquier parte del mundo con anonimato. La capacidad de detectar las estafas en línea es una habilidad importante, ya que el mundo virtual forma parte cada vez más de todas las facetas de nuestra vida. Los siguientes consejos le ayudarán a identificar las señales que pueden indicar que un sitio web podría ser una estafa. Sentido común: Demasiado bueno para ser verdad Cuando se buscan productos en Internet, una gran oferta puede resultar muy tentadora. ¿Un bolso Gucci o un iPhone nuevo a mitad de precio? ¿Quién no querría hacerse con una oferta así? Los estafadores también lo saben e intentan aprovecharse de ello. Si una oferta en línea parece demasiado buena para ser verdad, piénsatelo dos veces y compruébalo todo. La forma más sencilla de hacerlo es consultar el mismo producto en sitios web de la competencia (en los que confíe). Si la diferencia de precios es enorme, quizá sea mejor volver a comprobar el resto del sitio web. Compruebe los enlaces a las redes sociales Hoy en día, las redes sociales son una parte esencial de las empresas de comercio electrónico y los consumidores s
Así que ha sucedido lo peor: se ha dado cuenta de que ha desembolsado su dinero demasiado rápido y de que el sitio que ha utilizado era una estafa, ¿y ahora qué? En primer lugar, no se desespere. Si crees que te han estafado, lo primero que tienes que hacer es pedir que te devuelvan el dinero. Este es el primer paso, y el más sencillo, para determinar si se trata de una empresa auténtica o de un estafador. Lamentablemente, recuperar el dinero de un estafador no es tan sencillo como pedirlo. Si efectivamente está tratando con estafadores, el procedimiento (y la posibilidad) de recuperar su dinero varía en función del método de pago que haya utilizado. PayPal Tarjeta de débito/crédito Transferencia bancaria Transferencia bancaria Google Pay Bitcoin PayPal Si has utilizado PayPal, tienes muchas posibilidades de recuperar tu dinero si te han estafado. En su sitio web, puedes presentar una dispu ta en un plazo de 180 días naturales desde tu compra. Condiciones para presentar una reclamación: La situación más sencilla es que hayas hecho un pedido en una tienda online y no te haya llegado. En este caso, esto es lo que declara PayPal "Si su pedido nunca llega y el vendedor no puede proporcionar una prueba de envío o entrega, obtendrá un reembolso completo. Así de sencillo". El estafador le ha enviado un artículo completamente distinto. Por ejemplo, usted pidió una PlayStation 4, pero en su lugar sólo reci